De
pequeña no paraba de dibujar, mis recuerdos más tempranos son con
un lápiz en la mano y mi asignatura favorita siempre fue la
educación plástica. Después en el instituto mi profesora de dibujo
me planteó que tenía mucha habilidad para esta disciplina. Al
principio dudaba de estudiar arte y dedicarme profesionalmente a
ello; pero era lo que más ansiaba. Dibujar siempre ha sido una
necesidad en mi vida y poderme expresar a través de él. Entonces
realice el bachillerato artístico en la Escuela de Arte y después
me licencié en la Facultad de Bellas Artes por la ULL
especializándome en la rama del dibujo. Terminada la licenciatura
empecé los estudios de doctorado aparte de exponer en colectivas y
de ilustrar varios libros. En cuanto a mis influencias siempre me he
decantado por la ilustración de temática fantástica, donde la
mente pueda liberarse… como si fuera un universo creado por la
propia imaginación y que tenga algo místico… que me diga algo más
allá de la realidad, ya que de por si el artista crea su propio
lenguaje donde se expresa a través de su obra. Son muchos a los
artistas e ilustradores a los que admiro, les puedo citar a algunos
como Néstor de la Torre, Egon Schiele, Rackman, Brian Froud, Jean
Baptiste Monge, Moebius, Sergio Toppi, Rébecca Dautremer.
Un avance de su trabajo en La Galería de Espejos.
¿Qué opinas del relato que ilustras en Galería de Espejos?
Es un relato
que refleja la soltura y la imaginación que tiene la autora a la
hora de plantear un escenario ambientado en una hipotética época
victoriana; y que deja siempre con la intriga hasta el último
momento, dejando un final abierto para la imaginación del lector.
Desde un primer momento me cautivó la protagonista ya que es un
personaje con unos registros muy peculiares y llena de misterios.
¿Qué ha supuesto para ti participar en este proyecto de Gloria T. Daudén?
Un honor la
verdad. Cuando coincidí con Gloria personalmente a finales de enero
de este año en la exposición colectiva de los Ilustradores Canarios
en la Casa de la Cultura de Los Realejos surgió la idea de que podía
contar conmigo como ilustradora. Después cuando tuve oportunidad de
leer sus relatos me inspiraron muchísimo ya que me encanta como
escribe, tiene mucha sensibilidad y desborda magia y misterio en sus
palabras. La verdad es que cuando te encuentras a alguien así que
escribe de esa manera dan ganas de ponerte a dibujar. Aparte fue una
experiencia muy agradable, mucho compañerismo con los demás
ilustradores y una buena comunicación con la directora del proyecto.
¿En qué ideas del texto te centraste a la hora de ilustrarlo y por qué?
La primera
ilustración fue en el misterio que desprendía la protagonista,
especialmente su mirada y su expresión facial; sin dudarlo fue todo
un reto dar vida a este personaje. En la segunda ilustración en los
otros personajes curioseando dentro de la escena. Todo con un
ambiente inglés de estilo victoriano y aristócrata, centrándome en
los detalles de las reliquias. Son imágenes que en mi opinión son
muy cinematográficas.
Un avance de su trabajo en La Galería de Espejos.
¿Por qué elegiste esa técnica para llevarlo a cabo?
Elegí la
técnica mixta porque me da mucha riqueza y registros a la hora de
trabajar y conseguir resultados. Apliqué un poco de todo, gouaches,
tintas, lápiz color, pastel… Soy de la vieja escuela y siempre
trabajo en tradicional. Me siento muy cómoda con ella.
¿En qué otros proyectos estás trabajando?
Ahora mismo
en unos cuantos, uno de ellos es “El otro lado de la luna” que
dentro de poco saldrá a la luz, y en otros proyectos con otros
compañeros del gremio en fase inicial. Aparte de exposiciones y
encargos personales.
¡Adoro el trabajo de Leticia Zamora!En este proyecto se ha superado a sí misma, enhorabuena.
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